domingo, 10 de agosto de 2014

Cuento de los tres cerditos aqdaptado a los tiempos modernos escrito por Ana Lisa Melchoto

Decidieron empezar su trabajo como constructores edificando cada uno su propia casa.
El hermano menor quiso comprar un amplio terreno, pero los terrenos disponibles eran demasiado caros, y tuvo que recortar gastos en los materiales de su casa. Puso paredes de pladur, vigas de madera y cemento barato. Consiguió construir su espaciosa casa por un precio muy bajo y, como le sobraba algo de dinero, se compró un coche.
El hermano mediano, estaba buscando un gran terreno para construir pero los precios eran muy elevados. Encontró un descampado que aparentemente estaba abandonado, y decidió edificar allí su nueva casa. Gracias a evitar pagar el terreno donde iba a construir, tubo presupuesto de sobras para los materiales y logró construir una casa resistente y grande. Seguía disponiendo de algo de dinero, por lo que no dudó en comprarse una moto.
El hermano mayor vio que no tenía suficiente presupuesto como para comprar un espacioso terreno y los materiales para edificar una gran casa, por lo que se conformó con un terreno más pequeño que el de sus hermanos que saldría más económico. No reparó en gastos para los materiales de la casa, y decidió que sería algo más pequeña pero hecha de materiales duraderos y seguros. A él no le sobró dinero y no pudo comprarse nada.

Mientras los hermanos menores se divertían con sus vehículos, el hermano mayor estaba aburrido en su casa y ellos se reían de él.
Aquella noche, mientras los tres hermanos dormían en sus respectivas casas, estalló una fuerte tormenta. La casa del hermano menor había sido construida con materiales baratos y de mala calidad, y empezaron a caer goteras del trecho. El cemento se volvió aluminoso y por lo tanto, muy débil. Las paredes calaban el agua y al ser de pladur empezaban a deshacerse. Las vigas de madera barata estaban siendo comidas por las termitas y empezaron a ceder. El hermano menor salió de su casa justo antes de que esta se desmoronase sobre el suelo. Como el hermano menor había perdido su casa, le pidió al hermano mediano para alojarse en su casa. Al dia siguiente alguien llamó a la puerta de la casa del hermano menor. Era un inspector de edificios del gobierno. Pidió los papeles de propiedad del terreno pero como el hermano mediano no habia pagado por ello, los dos hermanos fueron desalojados de la casa. Una hora después vino una bola de demolición que redujo la imponente casa en escombros.

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