Los tres cerditos
(Versión modificada)
(Versión modificada)
Un buen día, tres hermanos que ya se habían graduado como arquitectos, decidieron independizar-se y, con el dinero que cada uno había ahorrado, pensaban construir sus propias casas.
El hermano menor quiso comprar un amplio terreno,
pero los terrenos disponibles eran demasiado caros, y tuvo que recortar gastos
en los materiales de su casa. Puso paredes de pladur, vigas de madera y cemento
barato. Y contrató a algunos paletas para que hicieran el trabajo. Consiguió
construir su espaciosa casa por un precio muy bajo y, como le sobraba algo de
dinero, se compró un coche.
El hermano mediano, estaba buscando un gran terreno
para construir pero los precios eran muy elevados. Encontró un descampado que le
pareció que estaba abandonado y decidió edificar allí su nueva casa. Gracias a
no pagar nada por el terreno donde iba a construir, tuvo presupuesto de sobras
para los materiales y la mano de obra y logró construir una casa resistente y
grande. Seguía disponiendo de algo de dinero, por lo que no dudó en comprarse
una moto.
El hermano mayor vio que no tenía suficiente
presupuesto como para comprar un espacioso terreno y los materiales para
edificar una gran casa, por lo que se conformó con un terreno más pequeño que
el de sus hermanos que saldría más económico. No reparó en gastos para los
materiales de la casa, y decidió que sería algo más pequeña pero hecha de
materiales duraderos y seguros. A él no le sobró dinero y tubo que hacer todo
el trabajo de albañilería.
Mientras los hermanos menores se divertían con sus
vehículos, el hermano mayor estaba todavía construyendo su casa y ellos se reían
de él.
Aquella noche, mientras los tres hermanos dormían en sus respectivas casas, estalló una fuerte tormenta. La casa del hermano menor había sido construida con materiales baratos y de mala calidad, y empezaron a caer goteras del trecho. El cemento se volvió aluminoso y por lo tanto, muy débil. Las paredes calaban el agua y al ser de pladur empezaban a deshacerse. Las vigas de madera barata estaban siendo comidas por las termitas y empezaron a ceder. El hermano menor salió de su casa justo antes de que esta se desmoronase sobre el suelo. Como el hermano menor había perdido su casa, le pidió al hermano mediano para alojarse en su casa. Al día siguiente alguien llamó a la puerta de la casa del hermano menor. Era un inspector de edificios del gobierno. Pidió los papeles de propiedad del terreno pero como el hermano mediano no había pagado por ello, los dos hermanos fueron desalojados de la casa. Una hora después vino una bola de demolición que redujo la imponente casa en escombros. Los dos hermanos se quedaron tirados en la calle, pero su hermano mayor los acogió en su casa y ellos le pidieron perdón por reírse antes de él.
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